¿Echas de menos la playa? ¿Aún no te has ido? No te preocupes porque… ¡Este producto y su increíble sabor conseguirá trasladarte hasta la mismísima orilla del mar!
Y es que hoy, hablaremos de las algas comestibles y de cómo las puedes disfrutar en ricas y saludables recetas.
Tipos de algas hay muchísimas pero las que podemos emplear en nuestros platos se clasifican en tres grupos: algas rojas, azules verdiazules y pardas. Estás últimas son el grupo más numeroso y conocido.
¿Investigamos un poco sobre ellas?
Bien, estas algas se crían en aguas frías, formando grandes extensiones de prado submarino. Algunas de sus variedades más conocidas en la cocina son:
- Arame: Muy recomendable para hacer salteados de verduras por su suave y sutil sabor. Contiene principalmente yodo y, ¡calcio!
- Cochayuyo: Ideal para hacer marinados una vez hervida. Además, es rica en ácido alogénico, magnesio, calcio, hierro y azufre.
- Hiziki: Su intenso sabor a mar llenará de sabor tus arroces y paellas. Posé una gran cantidad de potasio, hierro y calcio.
- Kombu: ¿Sabías que si hierves este tipo junto a las legumbres se ablandan? Son muy ricas en fibra, calcio, magnesio, potasio, fósforo, yodo y vitamina del grupo B.
- Wakame: Se usa en la famosa sopa de miso, en tartares vegetales y de pescado y, también, en ensaladas. Son fuente de calcio, vitamina C y del grupo B, potasio, magnesio, hierro y rica en proteínas.
Con todos estos tipos seguro que hay alguna para ti, ¡te encantarán sus sabores y texturas!
Van genial con los platos vegetarianos, son una increíble fuente de nutrientes, son queladoras de metales pesados y alcalinizan nuestra sangre. Además, no producen toxemia, pero sí ayudan a eliminar toxinas. ¿Qué más se puede pedir?
No esperes más y empieza a disfrutar de este increíble sabor marino sin necesidad de salir de casa. ¡Qué aproveche!
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