La cocina natural tiene como base el uso de alimentos reales, tal y como nos los ofrece la naturaleza, en su forma integral, sin necesidad de procesos que alteren su estado. Me refiero a los cereales integrales, las legumbres, la verdura, las algas, las frutas, las semillas o los frutos secos.
¿Qué es la comida real?
Los alimentos que disfrutaron nuestros abuelos hoy nos parecen un espejismo. En la actualidad, consumir un bote de tomate “natural” que contiene tres ingredientes conocidos y el resto son productos químicos nos parece normal.
Parece que las prácticas de conservación de alimentos como la fermentación, las conservas al vacío, el secado de carne, pescado, frutas, frutos secos y su correcto almacenaje de forma natural, aprovechando los recursos que tenemos, formara parte del pasado.
Con la llegada de la industrialización comenzaron a usar ingredientes químicos y artificiales para la conservación de diferentes alimentos, para un almacenaje duradero en el tiempo, transformar su aspecto, color, textura, aroma y hasta tamaño, alterando sus propiedades naturales y saludables iniciales.
El cambio acelerado de nuestro estilo de vida actual desemboca muchas veces en una alimentación rápida, sin alma, llena de alimentos procesados cargados de aditivos, de fácil cocinado, sin apenas beneficios nutricionales, llenos de azúcar refinado, de potenciadores de sabor y con un alto contenido en sal y en grasas saturadas. Sin embargo, existen multitud de alternativas para poder disfrutar de alimentos naturales de calidad, favoreciendo a un consumo responsable, que podemos preparar en casa con sencillez, dedicándoles el tiempo que merecen, aprovechando sus cualidades y sabores al máximo.
No nos dejemos engañar, comer comida real y natural es mucho más fácil de lo que parece.
Beneficios de una alimentación sana y equilibrada:
¿Cuántos? ¡Innumerables! Incorporar nuevos hábitos a nuestro día a día acabará marcando nuestro estilo de vida y, créeme, merece muchísimo la pena.
Sacar tiempo para hacer la compra y así obtener productos frescos es una realidad cada vez más difícil, así como para prepararlos adecuadamente y saborearlos con mimo y tranquilidad. Este ritmo de vida ha hecho que nos olvidemos de toda la importancia que tiene el hecho de alimentarnos con comida real, cocinar con cariño y cuanto más natural mejor, dándole prioridad al consumo ecológico.
“La madre tierra nos ofrece todo lo necesario para desarrollarnos como seres humanos saludables llenos de energía, alegría y felicidad para disfrutar la apasionante aventura de la vida, lo que no venga de ella no lo necesitamos.”
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