Estas galletas de arroz con anís, canela y limón son una delicia. Su sabor me recuerda a unas rosquillas caseras que solía comer de pequeña. Tienen una textura crujiente por fuera y esponjosa por dentro, y se pueden tomar solas o mojadas en una leche de arroz casera calentita. ¿Qué más se puede pedir?
