¿Cómo descongelar los alimentos?

Hemos hablado que congelar puede ser un método seguro de conservación de los alimentos y hemos visto cómo hacerlo siguiendo los pasos y las recomendaciones adecuadas. Pues ahora vamos a hablar del proceso inverso, la descongelación. El frío ralentiza la proliferación de microorganismos, pero no los destruye, se quedan en un estado de latencia, y de ahí la importancia de descongelarlos adecuadamente para evitar que se desarrollen y se multipliquen, contaminando así los alimentos y convirtiéndose en un peligro para nuestra salud.

A continuación, te lo explico con un ejemplo.  Imagínate que queremos comernos esas caballas que tenemos guardadas en congelador desde hace un par de semanas.

Lo primero de todo es prever cuándo necesitaremos que estén descongeladas para hacerlo con antelación y que no nos entren las prisas, ya que el tiempo de descongelación depende del alimento y de su tamaño, esto puede ir de uno a tres días.

El segundo paso es sacar el paquete o táper de cristal que contenga las caballas y pasarlo al frigorífico colocando un plato debajo. Esto lo hacemos para evitar que el agua que se va descongelando pueda derramarse por la bandeja del frigorífico alcanzando a otros alimentos con riesgo de contaminarlos.

Si, por el contrario, decidimos descongelar fuera del frigorífico, correremos el riesgo de que aquellas bacterias que estuvieran en el alimento antes de la congelación, sumando además la temperatura ambiente de nuestra cocina, que alcanza entre los veinte o veinticinco grados, se multipliquen contaminando el alimento inevitablemente.

Para los casos de urgencia, se plantea descongelar a baja potencia en el microondas, evitando que el producto se sobrecaliente, y cocinarlo inmediatamente. Yo personalmente no tengo experiencia en este método, ni siquiera tengo microondas, el método que yo uso personalmente es la planificación y organización en la cocina, una fórmula de anticipación sencilla, inocua e infalible.

Quiero hacerte un resumen para que tengas una idea clara del proceso completo. La mejor congelación es la que nuestro congelador realiza rápidamente, evitando así la formación de cristales grandes; esto hará que no perdamos nutrientes ni afecte a las propiedades orgonolépticas del alimento en el agua de la descongelación. Por eso la importancia de tener un buen congelador. Y para descongelar necesitamos todo lo contrario, es mucho mejor cuando se hace lenta, sin prisas, pero segura, recuerda que la temperatura de tu frigorífico esté fijada a un máximo de 4 grados.

Una vez descongelado el alimento en cuestión, lo cocinaremos lo antes posible, se recomienda que sea en las próximas horas, en la forma elegida. Este procedimiento es aplicable para cualquier alimento o preparación, como, por ejemplo, un guiso de legumbres, verduras o frutas que tengamos congelados.

¡Y ahora a disfrutar comiendo rico y seguro!

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