Como seres sociales que somos, acostumbrados a vivir en comunidad a través de los siglos, las reuniones alrededor de la mesa son parte de nuestra vida diaria. Celebramos cumpleaños, aniversarios y fiestas de todo tipo a modo de desayunos, comidas, cócteles y cenas, con la familia, con amigos, con compañeros de trabajo y con compañeros de clase.
Independientemente del motivo del evento, una parte muy importante es que todos y cada uno de los participantes pueda disfrutar de la comida con toda tranquilad. Esto se consigue gracias al cuidado y mimo de todos los detalles por parte de nuestros anfitriones o de nosotros mismos.
Afortunadamente, cada vez contamos con más lugares de confianza donde podríamos celebrar nuestros eventos gastronómicos con toda confianza, y también existen empresas que se encargan de ofrecernos comida natural hecha a mano exclusivamente para nosotros, satisfaciendo a todos los participantes sin excepciones.
La experiencia acumulada a lo largo de los años en todo tipo de reuniones y eventos cotidianos me ha ayudado a tener una visión clara de las necesidades que las personas en general no tenemos cubiertas cuando, por los motivos que sean, debemos delegar en terceras personas la planificación y organización de nuestro encuentro culinario.
Una de las premisas más importantes a tener en cuenta, desde la posición de una buena anfitriona, es conocer los gustos, preferencias y limitaciones alimentarias de todos y cada uno de los comensales. Todos los asistentes deben disfrutar de la comida, quedar satisfechos con la degustación y vivir maravillosas experiencias sensoriales a través de los alimentos.
Una estrategia que yo utilizo siempre en la organización de eventos profesionales y familiares, aparte de tener en cuenta lo que ya he comentado anteriormente, es elaborar platos que no contengan ingredientes alérgenos, es decir, evitar, en la medida de lo posible, el uso de aquellos que suelen ser más conflictivos a nivel alergias e intolerancias, y sustituirlos por otros de mayor digestibilidad.
Otra cosa sumamente importante es la capacidad de flexibilidad que tenemos como anfitriones, con esto me estoy refiriendo a ponernos en la piel de nuestros invitados para cubrir sus deseos y necesidades por encima de todo.
Para que te sirva de ejemplo, te voy a contar cuáles fueron mis premisas en el último catering ecológico que organicé para una empresa que me contrató para un desayuno y una comida, el mismo día y para el mismo grupo de personas.
Partiendo de la base de que quienes van a degustar tu comida aprecian tus valores (comida ecológica, natural y hecha a mano), y en mi caso esto se cumplía a la perfección, averigüé si había personas con intolerancias alimentarias (las más comunes suelen ser al gluten, los lácteos y los frutos secos), y una vez que quedó esto claro, ya decidí qué formato sería el adecuado para este grupo concreto.
Había una persona con dieta vegana y otra persona que no tomaba pescado. Opté por un catering 100% vegano, elaboré repostería sin gluten, pero decidí presentar tostas y canapés utilizando panes artesanos y de máxima calidad, de masa madre de espelta (contiene gluten) del Obrador de Avantos, para asegurarme de que estas personas comiesen lo más cercano a sus gustos y preferencias posible.
El resultado fue maravilloso y muy gratificante, a pesar de la juventud de los participantes, la gran mayoría europeos, valoraron mucho que la comida fuera natural, artesana, de calidad y cocinada con mucho mucho amor.
Cada vez somos más las empresas y profesionales de la cocina natural saludable que nos ponemos en las zapatillas de nuestros clientes y pensamos en los detalles para que todos disfruten de las reuniones alrededor de una mesa.
2 Comentarios
Natalia
Hola! En mi caso un evento gastronómico es llevar algo que pueda comer en el bolso. Tengo intolerancia a la fructosa y sorbitol… No son alérgenos de obligada declaración. El sorbitol del maíz hace que la mayoría de los productos sin gluten me sienten mal, y trigo tolero muy poca cantidad. El pan de espelta 100% es el único que como… De cualquier plato tengo que asegurarme que no lleva o ha estado en contacto con ajo o cebolla, que no lleva azúcar (ojo los embutidos)…. Como a menudo en la calle, a la carta, pero cuando hay catering termino comiendo lo que llevo en el bolso.
Jardín De Luna
Hola Natalia. Me siento muy identificada contigo, mi empeño en que estas situaciones que mencionas desaparezcan, y todos disfrutemos de comer fuera de casa nace precisamente por haber vivido diferentes intolerancias alimentarias: gluten, lácteos y fructuosa, y esta última como bien sabes, es la gran desconocida y la más limitante que he experimentado.
Cuando asisto a este tipo de eventos en condición de cliente, me pongo en contacto con la persona que gestiona la organización y le explico cuáles son mis preferencias para ver si me pueden ofrecer alternativas que cubran mis necesidades, y si no, llevo mi tupper con mi comida de casa, o bien el pan o el postre en las reuniones familiares, esto último suele ser bastante habitual. Espero haberte ayudado con mi experiencia, no dudes en contactar conmigo, estaré encantada de ayudarte. Un saludo.
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