El hummus lo podemos elaborar con casi cualquier legumbre, aunque el garbanzo es ideal para los meses de frío (otoño e invierno).

Los garbanzos los podemos utilizar en conserva, eligiendo aquellos que vienen en vidrio. Si optamos por cocinarlos nosotros mismos, está la opción que os he propuesto en la receta o en olla a presión (en este caso el tiempo de cocción se reduce).

Ingredientes para 4 personas:

• 200 g de garbanzo cocido
• 2 cucharadas grandes de crema de sésamo (tahín)
• 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• Unas gotas de zumo de limón
• 1 pizca de comino (y rectificar al gusto)
• Sal marina sin refinar
• ½ remolacha cocida
• 1 diente de ajo pequeño o medio normal (opcional)
• Tomillo fresco para decorar (opcional)
• Agua filtrada para rectificar la textura

Elaboración:

1. Lavamos los garbanzos bien en un bol, cambiamos el agua tantas veces sea necesario, hasta que quede limpia, y los dejamos en remojo de ocho a veinticuatro horas, cambiando el agua cada ocho horas. Desechamos el agua de remojo y las aclaramos, con agua filtrada si es posible.
2. Ponemos los garbanzos en la olla con el triple de agua y añadimos una tira de alga kombu del tamaño del dedo gordo (esta alga ablanda las fibras de las legumbres). Añadimos alguna especia carminativa para evitar las flatulencias que pudieran ocasionarnos los garbanzos (laurel, jengibre, comino o hinojo).
3. Cocinamos los garbanzos y una vez que empiecen a hervir, retiramos la espuma si aparece. Bajamos el fuego y dejamos cocinar durante una hora o hasta que estén blandos.
4. La sal la añadimos cuando los garbanzos estén prácticamente cocinados, si lo hacemos antes se endurecerán.
5. Aclaramos los garbanzos con agua fría para cortar la cocción, los escurrimos y los dejamos enfriar para poder preparar el hummus o también para poder almacenarlos.
6. Batimos todos los ingredientes, y añadimos agua o caldo de verduras para ir consiguiendo la textura deseada.
7. Lo colocamos en el recipiente elegido, espolvoreamos con pimentón ahumado al gusto, y vertemos un chorrito de aceite de oliva de calidad.
8. Acompañar con galletas saladas caseras, tostadas, palitos de apio o zanahoria, arbolitos de brócoli, etc. En invierno podemos escaldar* durante tres minutos estas verduras con el fin de que estén más calientes que en su versión cruda.

Los garbanzos los podemos utilizar en conserva, eligiendo aquellos que vienen en vidrio. Si optamos por cocinarlos nosotros mismos, está la opción que os he propuesto en la receta o en olla a presión (en este caso la cocción dependerá de las indicaciones del fabricante).

Los tiempos de cocción de las legumbres siempre van a depender de varios factores, uno de ellos, y muy importante, es lo nuevas o viejas que sean las legumbres, mientras más viejas, más tiempo van a necesitar.

Las legumbres en general se pueden congelar, por lo que podemos hacer más cantidad con la idea de sacar diferentes platos.

La remolacha se puede sustituir por otras verduras, como el pimiento rojo asado, que le da un sabor espectacular. Queda muy rico con zanahoria asada, o calabaza. Te animo a que pruebes y le des rienda suelta a la imaginación, seguro que tu paladar te agradecerá el atrevimiento.

El ajo y el limón son ingredientes típicos del hummus, pero a mí no me gusta abusar de ellos, porque demasiada cantidad, tapa el resto de ingredientes. De hecho, en muchas ocasiones no los incluyo en los platos de hummus o alguna vez el ajo fresco lo sustituyo por ajo negro, cuyo sabor es delicioso.

*Escaldar: Hervir suficiente agua, añadir sal gorda, y meter las hortalizas en el agua (si son variadas, separar, y empezar por los colores suaves, y las que puedan teñir, como la remolacha, dejarlas en último lugar. Lo dejamos unos tres minutos en el caso de las hortalizas, las sacamos con la ayuda de un colador, y las refrescamos con agua fría inmediatamente. En el caso de escaldar hojas, el tiempo es de 1 minuto más o menos, las tenemos que sacar en el momento en que se tornan de color verde intenso.