Kéfir de agua

Tipo
Crudivegana
Raciones
4
Preparación
5 minutos
Fermentación
2 días
Total
2 días

¿Has oído hablar del kéfir de agua?
Si todavía no conoces sus ventajas, no te preocupes, en este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre este increíble probiótico natural.

¿Qué se necesita para elaborar kéfir de agua en casa?

  • Una vasija de cristal de mínimo 1 litro de capacidad.
  • Un colador de plástico o de tela.
  • Cuchara de madera, plástico, silicona y bambú.
  • En ningún caso debemos usar utensilios de metal, a excepción del acero inoxidable, que sí es apto para su uso.

Ingredientes

  • Gránulos de kéfir (Cubrir unos 2 dedos de la capacidad de la vasija con gránulos)
  • 1 litro de agua filtrada/mineral/agua de manantial sin tratar.
  • 3 cucharadas soperas de panela.
  • Exprimir medio limón y añadirlo a la vasija (opcional)
  • 2 higos secos o 2 dátiles (opcional)

Elaboración

  1. Colocamos los gránulos en la vasija y añadimos el agua con el azúcar, el limón exprimido y la fruta seca. Además, si es ecológico, puedes añadirle también la monda del limón.
  2. Lo removemos todo y lo tapamos con una gasa o tela. Ajustamos con una banda elástica y lo dejamos a temperatura ambiente (15º o 20º), alejado de corrientes y lo mantenemos así 48 horas. No hace falta que sea un lugar sin luz solar.
  3. Transcurridas las 48 horas retiramos el líquido de la vasija, (bebida que ya ha sido fermentada debido al metabolismo del azúcar por parte del hongo del kéfir). Ubicamos la bebida en una botella de cristal con su tapa y, en caso de que lo desees, en este momento puedes añadirle algún saborizante o té.
  4. Si dejas la producción a temperatura ambiente el kéfir seguiría fermentando y tendrás una bebida cada vez más ácida, esto ya dependerá de tu gusto. También lo puedes mantener en la nevera, donde el proceso de fermentación se ralentiza.
  5. Se recomienda consumirlo en los 3 ó 4 días siguientes y, en verano, lo mejor es mantenerlo en la nevera debido al calor.
  6. Cuando retires el kéfir de agua con la ayuda de un colador y un embudo (nunca de metal), enjuaga los gránulos con agua filtrada o mineral, los devuelves a la vasija de cristal y empiezas el proceso de nuevo.
  7. Te darás cuenta de que la cantidad de gránulos aumenta, tendrás que aumentar la cantidad de agua para la producción o sacar los gránulos y empezar a regalarlos entre los tuyos o, en los herbolarios de confianza seguro que los aceptarán gratamente. También puedes guardar el excedente de éstos en un tarro en la nevera hasta que encuentres a alguien para regalarlos o para reutilizarlos tu mismo en caso de que los actuales estén deteriorados. En la nevera se conservarán durante meses sin problemas.
  8. Cuando quiero parar la producción o me voy de vacaciones, guardo los gránulos escurridos en la nevera en bote de cristal y los dejo allí hasta que decida reanudar la producción de nuevo.

¿Qué beneficios tiene?

  • Al ser un probiótico contiene microorganismos vivos que llegan al intestino y llevan a cabo funciones beneficiosas para nuestro metabolismo.
  • Rehidrata y aporta minerales.
  • Mejora el estado de la flora intestinal.
  • Potencia el sistema inmune y posee actividad antiinflamatoria.
  • Controla el colesterol.
  • Además, es una bebida baja en azúcar y calorías. El azúcar añadido antes de la fermentación sirve de alimento a las bacterias y levaduras del kéfir.

Notas: El kéfir de agua y el kéfir de leche contienen la misma microflora, solo que los medios en los que se desarrolla son distintos. Para el de leche se requiere leche cruda y, en el caso del kéfir de agua, agua filtrada, mineral o de manantial (en cualquier caso que no contega cloro, pues éste mataría a los gránulos de kéfir).

Los gránulos de kéfir de agua se consiguen a través de gente en la mayoría de los casos, aunque ahora también en posible comprarlos. Cuando tengas una buena producción de kéfir en casa, guárdala en la nevera y dásela a aquellas personas que están interesadas, así construiremos una red para que cada vez llegue a más gente. Así todos podremos beneficiarnos del consumo regular de probióticos naturales.

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