“Sé agua, amigo mío”

Como ya decía Bruce Lee: “Be water, my friend” Así que, ¿qué menos que una entrada para hablar de la importancia de consumir agua?

Lo ideal sería que fuera de calidad ya que, desgraciadamente, la que tenemos en casa, el agua del grifo no cumple los estándares de calidad y salud que debería. Por ello, es conveniente filtrarla en casa o tomar agua mineral. Desde mi experiencia, la primera opción es la más práctica y, a la larga, la más económica.

Voy a hablaros del agua como nutriente, de su importancia en nuestra dieta, todo ello compartiendo con vosotros la información fehaciente y bien explicada sobre este tema que Santi Ávalos hace referencia en su libro «Alimenta tu Cerebro».

Santi Avalos es un cocinero vegetariano, profesor de cocina, autor de varios libros (el mencionado antes y «la Dieta Antiinflamatoria»), escribe artículos y colabora en la revista «Cuerpomente» y «Cocina Sana Y Natural». Es todo un referente en el mundo vegetariano en España.

El agua, un disolvente natural

El agua es el nutriente más importante de nuestro cuerpo porque está presente, y de forma muy activa, en la gran mayoría de nuestros procesos orgánicos.

La importancia que tiene en nuestra salud y bienestar queda demostrada cuando el ser humano se ve forzado a realizar un ayuno.

Podemos estar sin ingerir alimentos sólidos durante semanas, pero si privamos al organismo de agua durante más de 48 horas, empieza a sentir rápidamente las graves consecuencias de la deshidratación.

Esto es así porque funciones como la digestión, la circulación o la excreción dependen del agua, que es, además, un importante componente de la sangre y de los fluidos.

Más de la mitad de nuestro está compuesto de ella y, en un recién nacido, la relación entre agua y materia sólida puede llegar a ser del 75%. Prácticamente la misma proporción que le corresponde a nuestro cerebro, que es un incansable bebedor de agua.

Hay estudios recientes que demuestran que un descenso de tan solo un 2% de agua en nuestro cuerpo puede llegar a causar una reducción significativa de nuestro rendimiento mental, especialmente en lo que se refiere a la memoria a corto plazo y a la concentración. Si esa deshidratación persiste pueden aparecer dolores fuertes de cabeza, desorientación e incluso problemas de coordinación. Esto es debido a que privamos a nuestro cerebro del disolvente universal, que es el medio donde se manifiesta su actividad bioquímica y el que se ocupa de que le lleguen los nutrientes.

Agua El disolvente Universal

Por todo ello es importante tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Instalar en casa un buen filtro, basado en el sistema de ósmosis inversa u otro semejante, es muy útil para obtener agua de calidad que también podemos utilizar para cocinar.
  • Es básico tener claro que, aunque tomemos líquidos suficientes (caldos, zumos, infusiones y bebidas) para garantizar la hidratación de nuestro organismo, eso no elimina la necesidad de consumir agua pura ligeramente mineralizada, porque el efecto bioquímico de esa agua y las funciones que cumplen en nuestro cuerpo siguen siendo insustituibles.
  • No basta con beber agua cuando tenemos sed porque, en el momento en que nos asalta esa alarma fisiológica, ya existe una cierta deshidratación, especialmente en aquellas personas que se han acostumbrado a vivir con poca agua. Por esa razón, los expertos en nutrición aconsejan beber agua cada poco tiempo y en periodos regulares. Una buena costumbre consiste en tomar un buen vaso de agua por la mañana, nada más levantarse, para reponer los líquidos que han consumido en el forzado ayuno de la noche.
  • La cantidad recomendada que se debería tomar para asegurar el buen funcionamiento de nuestras funciones orgánicas e intelectuales puede variar mucho según la actividad, la edad, el clima y la alimentación de cada persona. Pero por regla general, no debería de ser menos de seis vasos de agua al día, independientemente de los otros líquidos que se tomen. Hay que recordar que las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia tienen una mayor necesidad de líquidos en general.
  • Se suele considerar que la ingesta de café o bebidas alcohólicas tienen un efecto deshidratante, hasta el punto de que el agua que ingerimos en una taza de café no es suficiente para compensar la pérdida que provoca por su efecto diurético, por el aumento del peristaltismo intestinal y la transpiración.
  • Una buena forma de garantizar líquidos suficientes en nuestra dieta, además de beber agua y otras bebidas, consiste en comer alimentos crudos como ensaladas, así como verduras jugosas y solo ligeramente cocinadas, como calabacines, tomates, espinacas o acelgas. También son excelentes para reponer líquidos las frutas al natural o en macedonia y, desde luego, los caldos o cremas de verduras. El hervido, el cocinado al vapor, los salteados ligeros mantienen la humedad de las verduras, mientras que los fritos o los preparados al horno, sobre todo si son prolongados, resecan y contraen los alimentos.
  • Para mantener la buena hidratación de nuestro cuerpo y, por tanto, el buen funcionamiento de nuestro cerebro, tan importante como la propia ingesta de agua es reducir el consumo de alimentos excesivamente salados. Por ello intentaremos reducir el consumo de sal en la cocina o buscar alternativas como la sal de hierbas y el gomasio para no aumentar demasiado el contenido de sodio.

Filtra tu propia agua

El filtro que uso en casa es el «Carbonit Sanuno Basic – Filtro de sobremesa» y no necesita instalación. Es popularmente conocido, económico, de rápida instalación y de muy fácil manejo. Simplemente se conecta la válvula de conexión al grifo, que permite elegir entre agua filtrada y sin filtrar. Esta sencilla maniobra se realiza en apenas dos pasos y en cuestión de cinco minutos ya puedes disponer de agua fría filtrada de buena calidad.

El SanUno viene equipado de serie con el cartucho NFP-Premium de 0,45 micras, 2-3 litros/minuto y su carcasa se compone de PP apto para la alimentación.

Filtro de agua carbonit

Los cartuchos filtrantes húmedos deben ser protegidos contra las heladas y la sustitución debe realizarse aproximadamente cada 6 meses y, en principio, se puede hacer con todos los cartuchos de Carbonit.

La saturación del filtro se detecta cuando se reduce sustancialmente el flujo del agua por lo que, la necesidad de una sustitución temprana de los cartuchos no es un defecto del cartucho filtrante, sino una indicación de que el agua contiene gran cantidad de partículas y muestra claramente la necesidad de filtrar el agua antes de su uso.

Así que, si el agua es tan importante en nuestras vidas, ¿por qué no consumir agua de calidad?

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