Nuestro entorno es nuestra responsabilidad

¿Qué podemos hacer los ciudadanos de a pie de forma individual para contribuir a minimizar los daños que sufre nuestro planeta todos los días, entre ellos el cambio climático? Solamente a mí ya se me ocurren un montón de cosas que pueden contribuir al respeto y cuidado de la vida en su sentido más amplio, y al cuidado y respeto hacia el medio ambiente.

Lo primero, es poseer una mentalidad de conexión con el “todo”, con el “universo”. Todos somos uno y estamos conectados, nuestras acciones tienen relación directa con todo lo que nos rodea. Actuar únicamente en pro de nuestros propios intereses, sin tener encuentra el beneficio y bienestar global, nos perjudica a nosotros mismos y desestabiliza gravemente cualquier sistema comunitario.

En segundo lugar, somos totalmente responsables de nuestro consumo. Tenemos absoluta libertad para decidir cómo queremos invertir nuestro dinero, nuestro tiempo y nuestra salud; de cómo queremos alimentarnos y de cuál debe ser nuestro estilo de vida. Pero no olvidemos que nuestras elecciones deben ser conscientes y cuidadosamente estudiadas, ya que son nuestros votos, con ellos reivindicamos y apoyamos aquello en lo que creemos.

En tercer lugar, dejemos de estar “pre-ocupados” por el problema, y comencemos a estar ocupados en resolverlo de forma individual y sin esperar un minuto más. El cambio empieza en uno mismo. Con pequeñas acciones individuales se van produciendo cambios colectivos importantes que generan un avance global y solidario en beneficio de todos.

¿Qué hacer?

Cuando cambié mi alimentación, hace ya casi diez años, empecé a comprar algunas cosas de la cesta semanal procedentes de agricultura ecológica. Eran pocos los herbolarios, ecotiendas y negocios de este tipo que te encontrabas en las ciudades, era poco común encontrar fruta y verdura ecológica fácilmente. Los grupos de consumo se contaban con los dedos de la mano. Era un movimiento desconocido o del que se hacía poca mención en España, pero sí es cierto que había un grupo de profesionales que se dedicaba y apostaba por alternativas de consumo más saludables y sostenibles para todos. Hoy existe mucha más consciencia al respecto, y también mejores y más amplias opciones para alimentarse sanamente y consumir con responsabilidad.

Lo más importante que puedes hacer individualmente es procurar que tus acciones generen pocos o ningún residuo: no contamines, o hazlo lo menos posible. Para ello, busca alternativas de consumo responsable y sostenible.

Para mí, algunos de los hábitos de consumo responsable son:

  • Viajar en transporte público siempre que se pueda; cuando viajes en coche, compartir las plazas libres con otras personas, o viajar en bici.
  • Si estás pensando en cambiar de coche, estudia la posibilidad de comprar uno eléctrico.
  • Comprar menos, reutilizar más, reciclar todo lo posible, regalar aquello que no utilizas, comprar y vender de segunda mano.
  • Consumir favoreciendo las economías sociales y locales, y formar parte de grupos de consumo.
  • Consumir alimentos de cultivo ecológico, de proximidad, de temporada, de preferencia vegetal, y reducir o eliminar el consumo de carne roja y de soja.
  • Y muy importante: consumir solo aquello que realmente necesitas, evitando tirar comida.

Si practicas el minimalismo en tu vida, te darás cuenta de repente de que muchas de las cosas materiales que te rodean no las necesitas, que te quitan mucho más de lo que en realidad te aportan.

Vive la vida con sencillez, respetando a los animales, a las plantas, a los ciclos de la naturaleza. Ayuda a la gente que lo necesita, hazte socio de organizaciones no lucrativas que favorecen la conservación del planeta, invierte parte de tu tiempo y dinero en ayudar a otras personas.

¡Sé parte del cambio hacia una sociedad responsable, solidaria, compasiva, y amorosa con todo lo que le rodea!

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