Este pastel es ideal para ocasiones especiales y, aprovechando que la fresa sigue de temporada, disfrutarás de un postre delicado y delicioso. Aunque yo suelo ubicarlo también en los desayunos y meriendas de la semana, y solo voy variando la fruta dependiendo de la temporada y de los gustos del consumidor.
Ve adaptando esta receta a tu gustos y preferencias; te sorprenderás de lo divertido que es ir cambiando los ingredientes del relleno, incluida las especias. ¡Seguro que pronto encontrarás la combinación que te conquiste para siempre!
Ingredientes para el crujiente:
- 160 g de harina de arroz
- 100 g de copos de trigo sarraceno
- 130 g de mantequilla o margarina
- 1 cucharadita de estevia en polvo
- ½ cucharadita de jengibre en polvo
- ½ cucharadita de cardamomo en polvo
- ½ cucharadita de vainilla en polvo
- 1 pizca de sal
Ingredientes para el relleno:
- 250 g de fresas
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de jengibre
- 1 cucharadita de estevia
Elaboración:
- Primero preparamos el relleno, colocando las fresas lavadas y troceadas previamente en un bol junto con la sal, la estevia, y el jengibre en polvo, removemos bien con la ayuda de una cuchara. Reservamos.
- Para hacer la base del pastel colocamos en un bol grande la harina, la sal, todas las especies en polvo y los copos de trigo sarraceno, mezclamos muy bien todos los ingredientes con la ayuda de una cuchara y añadimos la mantequilla cortada en daditos.
- Empezamos a mezclar con las manos todos los ingredientes hasta conseguir una pasta grumosa, tipo migas.
- Precalentamos el horno a 200º C calor arriba y abajo.
- En un molde redondo desmoldable de 20 cm, colocamos papel vegetal en la base, y pincelamos la base y un par de dedos de los laterales con aceite de coco o mantequilla.
- Vertemos un poco más de la mitad de la masa grumosa que hemos preparado sobre el molde cubriendo toda la base. Presionamos con los dedos hasta que esté totalmente compacta.
- Añadimos las fresas repartiéndolas por todo el molde y por último vertemos lo que queda de pasta grumosa cubriendo la fruta. Presionamos ligeramente.
- Metemos el molde en la mitad del horno y una vez que esté la puerta cerrada, bajamos la temperatura a 180 ºC manteniendo el calor arriba y abajo.
- Horneamos el pastel durante 55 minutos. Pasado este tiempo, añadimos 6 minutos más, pero con la función de gratinar con ventilador y colocando la bandeja en la parte de arriba; la idea es que se tueste la ligeramente, cuidando de que se no queme.
- Sacamos del horno y dejamos que se temple un poco durante unos 15 minutos. Metemos el molde con el pastel en la nevera, en la parte más fría y dejamos allí un mínimo de una hora.
- En el momento de consumir desmoldamos el pastel de fresas y vainilla, y servimos. Se conserva en la nevera tres o cuatro días.
Nota:
Puedes variar la fruta dependiendo de la temporada. Prueba a sustituir las fresas por otros frutos rojos o bien por manzanas, muy recomendable usar manzana reineta.
Yo he usado estevia, tendrías que sustituir y adecuar las cantidades con el endulzante que te guste.
2 Comentarios
Lucrecia
Querida Carolina, estaba esperando volver a cocinar y guardo tus correos. Agradezco y confío en tu maravillosa sensibilidad para la cocina y tu investigación en lo saludable y sin gluten.
Voy a empezar a practicar una nueva receta a la semana, una dulce y otra salada. Mil gracias!, Lucrecia
Jardín De Luna
Hola Lucrecia, que maravillosa sorpresa leerte de nuevo. Me siento feliz de oír que vas a ampliar tus conocimientos de cocina, esto que planteas es muy buena formula, ir incluyendo una nueva receta a la semana, yo también la practico, para no caer en la rutina culinaria. Este pastel o como dirían los ingleses «crumble» de fresas es una delicia, es ideal con un te a media tarde, aunque yo la utilizo para los desayunos.¡Gracias por tu confianza!
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