¿Podemos congelar todos los alimentos?

Esta semana continuamos hablando de aspectos relacionados con el tema de la congelación casera de alimentos. La semana pasada hablamos de pautas para congelar en casa correctamente los alimentos, como método seguro para su conservación.

Primero vamos a despejar la duda de si los alimentos pierden nutrientes o no con la congelación. Sí pierden nutrientes, pero esta pérdida ya comienza desde el momento en que el producto se recolecta o se sacrifica al animal; además, hay que incluir el proceso tecnológico al que se somete al alimento, aunque en algunas ocasiones este se realice para enriquecerlo nutricionalmente. Hay que tener en cuenta que, si realizamos el proceso de congelación correctamente, siempre será mejor opción que comernos un alimento que estuvo dando vueltas cinco días en frigorífico.

¿Todos los alimentos son aptos para la congelación?

No, hay alimentos frescos y preparaciones cocinadas que no congelan bien. Por ejemplo, en las verduras y hortalizas ricas en agua, al congelarlas se forman cristales de hielo que, al descongelar el alimento, producen la rotura de sus paredes celulares, con lo que este pierde su estructura y concentración de nutrientes, y, como consecuencia, cambia drásticamente sus cualidades organolépticas: textura, olor, sabor, color.

Alimentos que no se pueden congelar:

Verduras de hoja verde (lechuga, canónigos, endivias, espinacas, pepino, perejil, etc)

-Vegetales (coles, apio, nabos, rábanos)

-Huevos (ni crudos ni cocidos, tampoco preparaciones que contengan huevo, incluida la mayonesa)

-Natillas, cremas, salsas de cremas, merengues.

-Quesos

-Platos fritos con exceso de grasa

-Mermeladas y compotas de frutas (su método de conservación óptimo es la conserva)

-Leche (ni salsas elaboradas con leche)

-Patatas y boniatos

-Arroz y pasta cocinados

-Guisos (con exceso de grasa, con patatas o pasta)

Recuerda que es importarte respetar la cadena de frío del alimento en todo el proceso hasta su consumo. Si compramos alimentos ya congelados llevaremos una bolsa de congelación para transportarlos hasta nuestra casa.

La próxima semana hablaremos del tiempo que los podemos tener congelados, dependiendo del alimento.

¡Gracias por estar al otro lado!


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