Yo pertenezco a una generación que todavía vivió esa práctica, de ir de la mano de nuestras madres y abuelas al mercado varias veces en semana. Es algo que recuerdo con mucho anhelo y cariño, pues era y, afortunadamente, sigue siendo hoy día, un gran nexo de unión entre las personas. Se establecen sinergias entre ciudadanos y productores locales a través de favorables hábitos de consumo.
