Calabaza, mucho más que una hortaliza

En América se cultivaron cinco especies del género Cucurbita, plantas alimenticias cuyos frutos se conocen como calabaza o zapallo. Son muchas sus variedades: la calabaza gigante, la de cuello torcido, el zapallito italiano y el calabacín, entre otras. No todas son comestibles. De hecho, los primeros cultivos en Guatemala y México, hace ya más de diez mil años, eran de variedades silvestres que tenían poca pulpa y un sabor amargo.

Debido a eso, los agricultores de la zona diseñaron estrategias de selección de semillas con el objetivo de conseguir un alimento dulce y aromático. Así, la calabaza terminó convirtiéndose en un bien muy preciado entre algunas tribus norteamericanas, que incluso enterraban a sus muertos con estos frutos, como reserva de alimento y protección para el más allá.

Ataque aéreo con calabazas

Cuando los indígenas atacaron el fuerte que Cristóbal Colón construyó en la isla de Santo Domingo, lanzaron calabazas llenas de cenizas de madera y chiles molidos.

Calabazas por almendras

Los antiguos americanos usaban las semillas de calabaza de distintas formas y en una gran variedad de platos. Y nosotros los españoles las usábamos para preparar dulces y mazapanes. Pero les advertíamos a los compradores que se trataba de un sustituto barato de las almendras.

Frutos gigantes

Las calabazas gigantes son los frutos más grandes del mundo. Existen concursos mundiales para encontrar la calabaza de mayor tamaño; en ellos han participado algunas de más de 600 kilos. Para que te hagas la idea, piensa que una persona pesa un promedio apenas de 70 kilos. ¿Sería una de estas calabazas la que el hada madrina de Cenicienta eligió como carruaje?

Calabazas gigantes

Halloween y el día de los muertos

En Irlanda y Gran Bretaña, cuando llega esta fiesta de origen celta, existe la antigua tradición de tallar faroles a partir de vegetales, particularmente de ciertas variedades de nabos y remolachas. Cuando los irlandeses transmitieron esta tradición a EE.UU. no existían allí plantaciones de nabos o remolachas, pero, en su defecto, había un excedente de calabazas, por lo que los norteamericanos tomaron esta hortaliza para hacer las jack-o’-lanterns o farolillos de calabaza.

Una delicia para cocinar

En España, la recolecta de calabazas se da en otoño e invierno, que es cuando están en su máximo esplendor. Se trata de un alimento maravilloso, muy versátil, nutritivo y medicinal. Os animo a que la incluyáis en vuestra dieta siempre que podáis, es tan deliciosa que cocinarla de forma sencilla ya es una fiesta, y en la repostería da mucho juego. No esperaría a Halloween para hacer dulces con ella, ¡empezad ya mismo y hasta que acabe la temporada!

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