Como hemos venido hablando semanas atrás, la congelación es un método de conservación de los alimentos, y la podemos llevar a cabo de forma segura siguiendo una serie de pasos. Esto no significa que podamos almacenar los alimentos en el congelador de forma indefinida. El frío ralentiza la proliferación de microorganismos, pero no los destruye, se quedan en un estado de latencia.
A continuación, vamos a listar una serie de alimentos y el tiempo máximo recomendado que deberían estar en el congelador:
Alimentos: | Congelación (meses) |
Sopas y caldos | 3 |
Guisos | 3 |
Pescado blanco crudo | 6 |
Pescado azul crudo | 3 |
Pescado cocinado | 4 |
Pescado ahumado | 2 |
Marisco crudo | 4 |
Conservas de pescado una vez abiertas | 2 |
Aves crudas | 8 |
Carne cruda magra (no aves) | 12 |
Carne cruda grasa (no aves) | 4 |
Carne cocinada | 3 |
Vísceras | 4 |
Helados | 3 |
Panes y bollería | 2-3 |
Frutas y verduras | 9 |
Platos con huevo cocinado | 2 |
Ya tenemos claro el tiempo máximo que podríamos tener nuestros alimentos congelados de forma segura, pero, además, es importante tener en cuenta las propiedades físicas de los mismos si queremos disfrutar de su calidad a la hora de consumirlos. Porque todos los alimentos sufren alguna transformación al congelarse y, en menor o mayor medida, tienden a perder calidad, sobre todo si nos olvidamos de que los tenemos en el congelador.
Hay alimentos como, por ejemplo, los pescados azules, las carnes grasas, frutos secos, semillas (o alimentos que contengan aceites vegetales, como el aceite de coco, oliva, girasol, lino, aguacate, entre otros), en los que, si se mantienen mucho tiempo congelados, se produce la autooxidación de las grasas, especialmente las poliinsaturadas, lo cual se reconoce por su sabor y olor a rancio. Evitaremos tener mucho tiempo congelados los alimentos grasos.
En el caso de las verduras frescas, es recomendable realizar antes de congelarlas un proceso de blanqueado (consiste es escaladarlas en agua hirviendo), lo cual garantiza que al ser descongeladas conserven una textura adecuada. Es cierto que pierden algunos nutrientes, quizás más que en el periodo de congelación, no obstante, teniéndolas congeladas como máximo el tiempo recomendado, esta pérdida es asumible.
La próxima semana te hablaré de la otra parte de este proceso de conservación de los alimentos, me refiero al proceso inverso, la descongelación. En la práctica cotidiana también he podido detectar confusión acerca de cuál puede ser la forma correcta de descongelar los alimentos.
¡Ya solo me queda desearte que disfrutes comiendo rico y de forma segura!
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