Estas galletas de arroz con anís, canela y limón son una delicia. Su sabor me recuerda a unas rosquillas caseras que solía comer de pequeña. Tienen una textura crujiente por fuera y esponjosa por dentro, y se pueden tomar solas o mojadas en una leche de arroz casera calentita. ¿Qué más se puede pedir?

Ingredientes:

Secos:

• 90 g de harina arroz blanco
• 30 g de harina de coco
• ¼ de cucharadita de bicarbonato
• ¼ de cucharadita de canela en polvo
• ¼ de cucharadita de psillyum husk
• ½ de cucharadita de levadura sin gluten (impulsor)
• Una pizca de sal marina sin refinar

Líquidos:

• 60 ml de leche de arroz
• 40 ml de aceite de oliva virgen extra (primera prensión en frío)
• 3 cucharadas de sirope de arroz
• 1 cucharadita de zumo de limón
• 1 cucharadita de anís (bebida alcohólica)
• 1 cucharadita de vinagre (opcional)

Elaboración:

1. Primero mezclamos todos los ingredientes secos en un bol.
2. En otro bol mezclamos bien los ingredientes líquidos, con la ayuda de unas varillas de mano, y los añadimos al bol de los secos.
3. Integramos ligeramente todos los ingredientes con una cuchara, no demasiado (así conseguiremos unas pastas esponjosas).
4. Precalentamos el horno a 180º C (calor arriba y abajo).
5. Con una cuchara cogemos un poco de masa y vamos haciendo bolitas con las manos, aplastamos la masa dándole forma de galleta y la dejamos sobre la bandeja de horno previamente cubierta de papel de horno.
6. Bajamos la temperatura del horno a 150 ºC (calor arriba y abajo) y horneamos las galletas durante 10/12 minutos aproximadamente. Sabremos que están listas porque los bordes de las galletas tendrán un color doradito (que no quemado).
7. Antes de sacarlas, las tocamos para comprobar que estén ligeramente firmes, no demasiado, pues terminarán de endurecerse a los 5 minutos de estar fuera del horno.
8. Las dejamos reposar sobre una rejilla para que se enfríen antes de guardarlas.
9. Las puedes mantener a temperatura ambiente y consumirlas en los tres o cuatro días siguientes.

Nota: Son unas galletas deliciosas, puedes comerlas tal cual, o puedes decorarlas como más te guste. Te doy alguna sugerencia por si te sirve de ayuda: con canela en polvo, vainilla en polvo, arándanos en polvo, leche de coco en polvo, semillas de sésamo crudas o tostadas, etc.