Calor interno y cocina de invierno

¿Por qué es tan importante alimentarse según las estaciones? Porque nuestros órganos vitales internos, incluido el sistema digestivo, necesitan una temperatura adecuada y más bien templada, nunca fría, para desarrollar sus funciones correctamente. Si, además, favorecemos el mantenimiento adecuado de una flora bacteriana equilibrada, estaremos apoyando a nuestro sistema inmune.

Por eso es importante que consumamos alimentos de calidad, de producción ecológica, libres de tóxicos y químicos, productos que esté dando la tierra en ese momento, y lo más próximos posible a nosotros. A partir de aquí tenemos mucho ganado, a nivel de salud, ya que son alimentos nutricionalmente adecuados para la estación correspondiente, además de apoyar un consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente.

Pero eso no siempre resulta tan fácil. Los que lleváis conmigo una temporada, ya lo sabéis, porque lo hemos hablado en alguna ocasión, pero para los que acabáis de llegar hace poco, vuelvo a comentarlo. Se trata de un problema muy actual, que tenemos hoy en la sociedad moderna, y es que nuestro sistema de producción de alimentos es muy diferente al que se empleaba hace cien años.

La globalización ha puesto toda la producción de alimentos patas arriba y en estos momentos vas al mercado y no sabes realmente qué productos son de la estación: todo parece ser válido, no se distingue la temporada, ni la cercanía, se consumen aquellas cosas que se ponen de moda, da igual de dónde vengan, en qué condiciones, y qué huella hayan dejado en nuestro planeta.

Para entender qué alimentos son recomendados en cada una de las estaciones del año, yo me guío por la cocina macrobiótica y la medicina tradicional china. Le encuentro el sentido y la coherencia de cómo relacionan la energía de las estaciones con la de los órganos del cuerpo y con la energía de los alimentos. Lo he experimentado en mis propias carnes, y ese es el resultado por el cual comparto esta experiencia contigo; sin embargo, tú debes poner en duda todas mis palabras, y explorar lo que más resuene en ti, experimentarlo, y quedarte con aquello que se adapte a tus necesidades actuales.

El calor interno: qué cocino y cómo lo cocino

El invierno es una estación fría, necesitamos factores que nos den calor interno, uno muy importante sería a través de la alimentación (comer mantiene la temperatura corporal) dando prioridad al consumo de alimentos y bebidas calientes. Además, es nuestra responsabilidad mantener un fuego digestivo constante y equilibrado para cocinar nuestra salud adecuadamente.

Ahora bien, según la medicina tradicional china, el riñón y la vejiga son los órganos del invierno y su elemento es el agua y todo lo relacionado con su metabolismo. Por eso se hace importante consumir sopas, caldos, cremas, potajes de verduras y legumbres, que son perfectos para esta época. Lo bueno es que en los meses fríos el organismo tiene mayor capacidad para absorber los nutrientes, siempre y cuando nuestro sistema digestivo funcione correctamente.

Para enriquecer con ingredientes nutritivos y curativos estos platos líquidos y calientes, podemos añadir setas shitake, cebolla, ajo, puerro, nabo daikon, bardana, algas, miso, rabanitos, etc. Favoreceremos nuestro sistema inmunitario si incorporamos, por ejemplo, las setas reishi, que nos llegarán como un tónico a través del torrente sanguíneo.

También nos servirán para mantenernos hidratados y mineralizados las infusiones de escaramujo, tomillo, saúco, equinácea, salvia, té bancha, té kukicha o malva, ricas en mucílagos que fortalecen la mucosa contra los constipados. Y ya que el negro es el color relacionado con el agua, consumir alimentos de color negro nos ayudarán a tonificar la energía de los riñones: el sésamo negro, la quinoa negra, las azukis y las judías negras y algas de color oscuro, como nori, wakame y kombu.

En nuestra cocina de invierno vamos a reducir las ensaladas y las verduras crudas lo máximo posible, podemos utilizar métodos como el escaldado, tanto para verduras como para las frutas, aportando un calor justo equilibrando la temperatura fría de estos alimentos. Los productos tropicales aportan mucho frío, con lo que los dejamos para estaciones más calurosas o reducimos su consumo al máximo posible, (mango, coco, plátano, piña, papaya, etc.).

Los alimentos fermentados, aun siendo crudos, nos van a beneficiar, por su contenido equilibrado en sal, con una enorme aportación nutricional de vitaminas, minerales, probióticos naturales y enzimas digestivas. Las verduras no hace falta sobrecocinarlas, sino que usaremos cocciones como el marcado a la plancha, el vapor, salteados, y, por supuesto, es una época idónea para los horneados, pucheros de cocciones lentas y guisos.

¡Si este invierno cocinamos los productos de temporada, cercanos a nosotros, que nos calienten internamente, los tomamos calentitos, y bebemos caldos e infusiones, llegaremos a la primavera equilibrados y radiantes de energía!

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