Aprovechamos el cambio de año para organizar nuestras agendas y volver a las rutinas laborales, escolares y actividades varias. Enero suele ser un buen momento para aprovechar esta energía y poner un poco de orden en nuestra alimentación.
En mi experiencia, solo pueden llevar una alimentación saludable y equilibrada aquellas personas que tiene un mínimo de planificación y organización. Llevamos un ritmo de vida muy acelerado, y cuando tenemos poco tiempo durante la semana, es habitual que la cocina pague los platos rotos. Y como resultado, acabamos teniendo una mala alimentación, en el mejor de los casos cayendo en el aburrimiento de la rutina y en el peor de ellos, comprando alimentos procesados, precocinados y desprovistos de energía vital, afectando negativamente en nuestra calidad de vida.
Planificar semanalmente lo que vamos a comer nos permite alimentarnos de manera equilibrada, ahorrar en la compra y organizarnos de forma más eficiente al cocinar.
Dedicar unos diez minutos a preparar el menú de los siete días siguientes nos permite ahorrar tiempo, dinero y mejorar nuestra organización y la calidad de las comidas de toda la semana.
Una vez que tengas listo el menú semanal, elaboras la lista de los ingredientes y compruebas cuáles tienes en la despensa y cuáles tienes que comprar. Esto te ayuda a ser más eficiente, ahorrando tiempo y dinero en el mercado.
Una sola sesión de cocina a cuatro fuegos
Elegimos la mañana o la tarde en que vamos a realizar nuestra sesión de cocina; el domingo por la tarde puede ser una buena opción, esto dependerá de cada persona. Con nuestro menú planificado y nuestra compra hecha, nos disponemos a cocinar. Realmente se trata de aprovechar todos los recursos de nuestra cocina (cocinar a cuatro fuegos, además del horno, si fuese necesario) y elaborar preparaciones base, sencillas, que reservaremos en la nevera y que luego podremos combinar durante los días laborables para crear diferentes platos.
Las opciones base son infinitas
Algo a tener en cuenta es la temporalidad de los alimentos, no solo ahorraremos dinero, sino que nos beneficiamos de sus nutrientes, sabores y aromas en su punto óptimo.
Si escogemos preparaciones sencillas de verduras, podremos convertirlas en diferentes formatos durante toda la semana.
Podremos preparar legumbres, que luego combinaremos con diferentes vegetales, o transformarlas en cremas de untar, tipo hummus.
Hacer salsas caseras para combinar con nuestros platos de cereales o verduras es una buena opción.
Elaborar algún plato dulce para el desayuno, tipo bizcocho o muesli casero, y unas trufas que utilizaremos para picar entre horas.
Preparar verduras y hortalizas al vapor siempre es una gran idea, pues combinan con multitud de platos.
Mucho que ganar y poco que perder
Comemos comida real saludable. Con un buen fondo de nevera preparado al comienzo de la semana, nos aseguramos tener una alimentación sana y equilibrada, comida nutritiva y casera con un mínimo de esfuerzo.
Ganamos tiempo. Cocinando nuestro fondo de nevera todas las semanas ahorramos tiempo. No solo en confeccionar la comida (pues, con nuestras preparaciones esperando en la nevera, se trata simplemente de combinar y calentar), sino en hacer las compras y, sobre todo, en pensar cada día lo que comeremos. Esta técnica de organización de las comidas nos obliga a hacer una compra importante en la semana reduciendo el tiempo que necesitaríamos dedicar cada día a todo este planteamiento. Además, al ahorrar tiempo todos los días en la cocina, podemos invertirlo en disfrutar haciendo otras cosas.
Ahorramos dinero. Otro punto a favor es el ahorro importante de dinero. Hacer muchas compras sin planificación es sin duda más caro que hacer una compra a conciencia y adecuadamente planificada. Además, muchas de las preparaciones se pueden incluso congelar, lo que también nos evita tirar comida.
Bueno, ya has visto lo beneficioso para nuestra salud, economía y tiempo que es tener el hábito de cocinar un fondo de nevera casero y natural a partir de un menú semanal saludable perfectamente planificado.
Si te interesa tener una guía detallada para cada estación del año, y pasar a la acción invirtiendo solo tres horas en la cocina a la semana, mira el siguiente enlace, todavía tenemos alguna plaza libre.
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