La leche que tomamos hoy no es la misma que tomaban nuestros abuelos. La industrialización, como muchos beneficios, ha llevado a procesos más deshumanizados para los animales, y a la leche que tomamos llegan los antibióticos y demás medicamentos que les son administrados para mantenerlos en salud. Esto sin contar los preservativos que le son añadidos para que llegue a nosotros en buen estado.
