En los momentos actuales, todos estamos pendientes de la infección global que nos acecha y prestando una especial atención a nuestro sistema inmunológico.

En los momentos actuales, todos estamos pendientes de la infección global que nos acecha y prestando una especial atención a nuestro sistema inmunológico.
En la actualidad, los cambios climáticos pueden ser inesperados, y cada vez sufrimos fusiones estacionales que no corresponden exactamente con el periodo que toca, aunque de momento podemos seguir guiándonos por el comportamiento de la naturaleza, respetar estas energías estacionales y aplicar sus principios fundamentales para un mejor equilibrio personal y un comprometido respeto al medio ambiente.
Cuando decidimos llevar una alimentación sana, acorde con nuestros gustos y necesidades, surgen dudas respecto a qué alimentos debemos suprimir, cuáles incluir y en qué medida, cuál es la forma más adecuada de consumirlos y el momento justo del día, etc. Esto es normal, creo que es algo que nos ha pasado y nos sigue pasando a todos.
La palabra“cacao” viene de los olmecas, quienes transmitieron el nombre y la sustancia a los mayas, y luego a los aztecas. La palabra “chocolate” se cree que viene de “cacaolt”, que en lengua náhuatl significa “agua de cacao”. También puede venir del término náhualt“xoco”, que significa agrio y “atl”, que significa agua.
Una de las premisas más importantes a tener en cuenta, desde la posición de una buena anfitriona, es conocer los gustos, preferencias y limitaciones alimentarias de todos y cada uno de los comensales. Todos los asistentes deben de disfrutar de comida, quedar satisfechos con la degustación, vivir maravillosas experiencias sensoriales a través de los alimentos.
La leche que tomamos hoy no es la misma que tomaban nuestros abuelos. La industrialización, como muchos beneficios, ha llevado a procesos más deshumanizados para los animales, y a la leche que tomamos llegan los antibióticos y demás medicamentos que les son administrados para mantenerlos en salud. Esto sin contar los preservativos que le son añadidos para que llegue a nosotros en buen estado.
¿Y cómo cuidamos de nuestra alimentación? Pues una respuesta válida puede ser: a través de una dieta saludable, equilibrada y adaptada a nuestras necesidades. Y en este punto, tú me puedes preguntar con toda la razón del mundo: “Carol, ¿y que es para ti una alimentación saludable?”. Esta es una buena pregunta, ya que a veces las personas damos por hecho que las cosas que tenemos claras, o los hábitos que para nosotros son normales lo son también para los demás, y eso nos puede llevar a cometer errores. Así que te animo a que siempre que escuches generalidades como “alimentación saludable”, te sientas libre para precisar qué significa ese concepto para tu interlocutor, ya que puede ser bastante subjetivo.
Es importante que consumamos alimentos de calidad, de producción ecológica, libres de tóxicos y químicos, productos que esté dando la tierra en ese momento, y lo más próximos posible a nosotros. A partir de aquí tenemos mucho ganado, a nivel de salud, ya que son alimentos nutricionalmente adecuados para la estación correspondiente, además de apoyar un consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente.
En el artículo anterior Alimentos fermentados y salud intestinal (I), te hablé de la importancia de consumir alimentos fermentados diariamente y de los alimentos que favorecen a tener una buena salud intestinal y también te hablé de aquellos que son desfavorables. ¿Recuerdas?
Aunque su diagnóstico está en pleno auge, esta malabsorción todavía sigue siendo algo sorprendente e inesperado. Nada más escucharlo, es fácil pensar que la fructosa está en las frutas y, por tanto, eliminándolas de la dieta está todo solucionado.